Nit de Poetes Al Casal | Turbios Bardos

 


TURBIOS BARDOS II VELADA

El miércoles 10 de noviembre tuvimos la segunda velada de Turbios Bardos y con mucha complacencia constatamos el aumento del público asistente, probablemente ha funcionado el pasa palabra y los comentarios positivos sobre la primera velada, lo cierto es que se comienza a identificar al Casal Catalá de Guayaquil como un sitio donde reunirse para escuchar excelente poesía directamente de los autores, con el adicional, de poder conversar e interactuar con ellos.

En esta segunda velada participaron leyendo algunas de sus poesías, Bernarda Calvo, Santiago Toral Reyes, Andrea Crespo, Angel Emilio Hidalgo, Lucrecia Maldonado y Hernán Zúñiga Albán, quien manifestó su gozo por esta convocatoria porque “en estos tiempos apocalípticos tener la palabra viva es realmente un milagro, somos sobrevivientes del lenguaje, es un rito, los poetas estamos enfrentados a comunicadores que tienen millones de millones de visitas en el mundo virtual (los llamados influencers), o “compositores” como los Bad bunnys, Ozunas (con un tono de sarcasmo), por lo que es una bendición tener espacios reales, físicos para la poesía, y poder interactuar con el público.”

En el conversatorio que siguió, los poetas pudieron expresar su pensamiento sobre diferentes tópicos, Lucrecia Maldonado opinó que la poesía es un Carpe Diem, “a veces escribí bajo el impacto de una emoción y todos los poemas inclusive el más íntimo están relacionados con lo social”, su poesía “Jazmin Lema”, refleja fielmente esta característica, “no podemos desligarnos del mundo como algunos poetas hicieron, especialmente los de la generación decapitada y algunos modernistas, yo soy yo y mi dolor, no basta, se debe dar espacio a un mundo externo alegre o sufriente que alimenta la poesía”.

Bernarda Calvo hablando de la inspiración, manifestó que esta generalmente le llega gracias a la música y cuando se encuentra en espacios como el campo, el haber crecido en un ambiente en que se admiraba mucho y se comentaba siempre sobre la obra de su tía Elisa Ayala Gonzales, la primera escritora ecuatoriana de cuentos montubios, la lleva a pensar que lo de escribir lo lleva en la genética.

Angel Emilio Hidalgo, que además es historiador, al preguntársele como se sentía en la dualidad entre escribir poesía para lo que hay una espontaneidad y escribir textos históricos para lo que es necesario una rigurosidad, dijo que esto no se lo plantea como una dicotomía sino como algo complementario, recordando que primero fue poeta y luego historiador, agregó además, que él sana del dolor a través de la poesía, es una catarsis

Santiago Toral Reyes citando a Keneth Goldsmith (quien habla escritura no creativa, de repensar las nociones de “originalidad”, “escritura” y “autoría”), contrapone un poco el sentido que la escritura solo se basa en inspiración, sino el de encontrar un “sincretismo” entre diferentes formas de lenguaje, de la cual surge una poética que se nutre de una búsqueda no solo en la literatura, sino en otras realidades como el cine, la biología, la historia, la geografía, “la poesía está en una conversación, en lo que leemos”.

Andrea Crespo, cerrando el conversatorio y hablando de escritura femenina, dice que si hay una escritura femenina desde el hecho que uno escribe desde un lugar en el mundo y el lugar en que ella está es el de ser mujer, “cuando uno escribe desde el registro poético estás atado a la subjetividad, o sea, a quién eres”, pero continúa, en que, la condición sexo genérica no es todo aunque sí crea pautas, “no es lo mismo entender la Odisea desde el punto de vita de Ulises que del punto de vista de Penélope y está bien la diferencia, el problema es cuando pensamos que una de estas diferencias es mejor que otra, esto ha determinado ciertas condiciones, como el de tener lugar de privilegio, de circulación, de estar en el espectro de lo público, etc., hay que recordar que durante muchísimos años las mujeres tuvieron que formar sus trabajos con seudónimos o permanecer anónimos si no, no se publicaban”.

En resumen, una velada riquísima en contenido, que seguiremos proponiendo una vez al mes, siempre con excelentes poetas, que tienen que decir mucho más de lo que ya dicen sus trabajos literarios.

 

-Daniel Cantos