Historia del Casal

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Desde que llegué a Guayaquil, hace más de 50 años, me había forjado la ilusión de tener una "Casa Nostra"...

Érase una vez… un terreno esquinero en el Bulevar 9 de Octubre y Tulcán. Luego llegó a Guayaquil un arquitecto catalán, representante de un grupo de inversionistas amigos, con la misión de edificar. Y…¡se fijó en aquella esquina!.

Por tener amistades comunes, la dueña del solar y el arquitecto se conocieron y conversaron sobre la posibilidad de edificar allí. Mediaba 1982 cuando el proyecto se convirtió en maqueta. Una maqueta que respiraba el aire de “l´Eixample” (“El Ensanche”) de Barcelona, rematada con una gran terraza ajardinada, con piscina y grandes espacios cubiertos.

El Dr. Arquitecto Juli Schmid, me comentó: “He diseñado esta terraza pensando en un lugar de reunión de la colonia catalana…¿le gustaría instalar allí un Casal Catalá?”. Le contesté entusiasmada: “¡Claro que sí! ¡Estoy segura de que mi papá bajaría del Cielo con las bandera catalana para inaugurarlo!”.

El edificio no se construyó, ni mi papá bajó del Cielo. Pero el Casal Catalá comenzó a cimentarse: “¿cuántos catalanes hay en Guayaquil? empecemos en orden alfabético: A… Albiñana”.

Llamé a Antonio, ¡vino volando!... Y como él fue el primer puntual, de ahora en adelante, le cedo la palabra:

Desde que llegué a Guayaquil, hace mas de 50 años, me había forjado la ilusión de tener una "Casa Nostra". Esta idea hizo que continuamente yo estuviera en contacto con Casals y Agrupaciones Catalanas de América que me enviaban publicaciones, y manteníamos correspondencia.

Cuando se me propone la formación de una Institución Catalana aquí, me sentí tan animado que acepté en seguida el trabajo organizador que en la Comisión Especial me era encomendada

En PAMER (Constructora "Pasajes de la Merced Cía. Ltda..") nos reuníamos cada tarde, los primeros días éramos tres y fuimos haciendo un grupo: todos ayudando a hacer una lista de parientes, amigos y conocidos ... todos los catalanes que pudiéramos reunir, con direcciones, teléfonos y datos buscadas afanosamente.

El 22 de Noviembre enviamos una comunicación escrita a todos los en listados, anunciando el deseo de formar un Casal Catalán, pidiendo que nos ayudaran a ampliar la lista, y poniendo a su desposició el 9 º. piso de la calle P. Icaza 407, para recibir y transmitir noticias.

Por aquellos días un artista pintor, en "Xavis", de La Pobla de Segur y amigo de los hermanos Prada Farrero, preparaba un'exposició de sus cuadros.

La segunda circular ya fue una cita para reunirse hacernos restaurante "Blanco y Negro" (Cedros 316 y la 2 ª - Urdesa) del Sr. Luis Vilanova Saurat, el 9 de Febrero de 1983: ¡fue un éxito! casi estábamos todos: ¡Los inmigrantes, sus descendientes, los que han ido llegando y algunos que están aquí para contratos de trabajo. ¡Todo el mundo entusiasmado!.

Un detalle emotivo fue cuando el pintor Xavis y Luis Vilanova, que por mucho tiempo no se habían visto, y eran primos hermanos, se reencontraron sorpresivamente.

Aquel efusivo abrazo fue un golpe de suerte para el incipiente Casal Catalán, pues gracias a ella, Lluís nos mantuvo la acogida, cediendonos la enorme bodega - garaje anexa al restaurante que fue "nuestra cuna". El artista Xavis lo adecuó, incluso haciendo el mobiliario: mesas, sillas, cocina ... ¡todo rústico y bonito!. Con gran suerte, el Casal Catalán en formación ya tuvo una "Sala de Sesiones" y hasta derecho a los servicios de piscina y sauna, para nuestro futuro restaurante "La Masía", anexo al "Blanco y Negro".

En aquella reunión del 9 de Febrero de 1983 se nominó Ignasi Vidal con Asesor Jurídico para redactar los Estatutos de la Entidad. Voy integrar la Comisión para poner en marcha el Casal Catalán: el Arquitecto Julio Schmid la presidía, Montse y Roberto Maspons, Joan Roca, Josep Collado, Josep Lluís Prada y los primos Xavis y Lluís Villanueva..

El 19 de Marco de 1983 reunimos la Primera Asamblea con 70 asistentes, que dio un voto de confianza a la Comisión, aprobó los Estatutos, nominó el Primer Consejo Directivo Provisional, y quedó redactada y firmada la carta para el Muy Honorable Presidente Jordi Pujol, enterándosele que Guayaquil ya tenía su Casal Catalán y que había sido nombrado "El Primer Socio de Honor".

La amistad personal de nuestro Presidente Julio Schmid con el Muy Honorable Presidente de la Generalidad de Cataluña se tradujo en una rápida contestación felicitando por la formación del Casal Catalán de Guayaquil y deseando que continuáramos con ilusión y constancia la tarea empezada. Lamentablemente, el Arquitecto Schmid se va entornar en Barcelona y quedé de Presidente Provisional hasta el 3 de Septiembre de 1983.

Quiero agradeceros la cooperación de todos, el entusiasmo de tantos amigos que recuerdo emocionado, sin los que no habríamos podido hacer nada. Auguro lo mejor para esta querida Entidad y felicito también a los que han continuado trabajando, y la mantienen en unión de sentimiento, haciendo que en Guayaquil haya la presencia de Cataluña, el conocimiento de su Historia, le su Lengua y sus Tradiciones. Y continuamos la laboriosa influencia de los catalanes que hemos sido acogidos en esta Tierra.

Antoni Albiñana i Pifarré



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